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viernes, 3 de noviembre de 2017

Envia Energía

Envía Energía

Prepararse

Busca un lugar tranquilo en el cual sea difícil que te interrumpan. Adopta una posición cómoda, ya sea de meditación o simplemente sentado; lo importante es que tu columna se mantenga vertical.

Cierra los ojos. Inhala y exhala tantas veces como sea necesario hasta alcanzar un estado de quietud, paz y relajación. Se recomienda que dichas inhalaciones y exhalaciones sean lentas y prolongadas.

Una vez que hayas alcanzado un estado de relajación y te sientas a gusto con la posición adoptada, conéctate con tu fuente, con aquel Ser Superior al que tu corazón venera (Dios, Jehová, Buda, la Divinidad, el Universo, etc.). Agradece por el privilegio que se te ha concedido y solicita guía y protección para la canalización que vas a efectuar.

Conectarse

Manteniendo los ojos cerrados, tu respiración tranquila y tu posición cómoda, visualiza a tu propio corazón como una gran gota de agua. Intenta hacer este proceso lo más pausado posible, sintiendo cada detalle lo más vívido posible.

Siente cómo esta gran gota de agua se mueve y sostiene por si misma, casi como si fuera un ser independiente. Aprecia como dentro de ella, están todas tus vivencias, todas tus experiencias. Nota cómo, a medida que respiras, esta gran gota adquiere paz.

Toma consciencia que dicha paz la estas proveyendo tu. Tras un lapso de contemplación de esta realidad, nota como todo tu alrededor, incluyendo los supuestos espacios vacíos, son grandes gotas de agua, como tu corazón.

Percibe como interactuan y se acarician. Siente como la paz de tu gota, afecta y tranquiliza a las demás. Disfruta de este estado que haz causado. Tras un momento de contemplación de esta realidad, visualiza una gran gota que está justo sobre tu cabeza.

Distingue al interior de ella el Listado de Solicitudes que previamente viste o reconócelo como el corazón de aquel ser o situación puntual que deseas afectar.

Siente cómo el Universo entero, está completamente lleno de estas gotas. Percibe cómo estas gotas están todas conectadas y en realidad son parte indivisible de un único, grandioso y pacífico océano.

Muy lentamente, nota cómo, sin perturbarse, sin perder el estado de paz que causaste, esta gran gota que esta sobre tu cabeza, se desplaza hacia abajo. Siente cómo llega y muy lentamente se fusiona con la gran gota de tu corazón.

Ninguna desaparece, sólo coexisten en un mismo lugar físico. Siente cómo ambas se sintonizan y adoptan las mismas cualidades, destacando la paz.

Canalizar

Manteniendo los ojos cerrados, la respiración tranquila y la posición cómoda, comienza a canalizar del siguiente modo:

Cada inhalación y exhalación calmadas representan un ciclo de respiración. En el primer ciclo, afirma mentalmente: Gracias. La afirmación “gracias” produce aceptación. La aceptación se siente muy poderosa en la inhalación.

En el segundo ciclo, afirma mentalmente: Lo siento. La afirmación “lo siento” produce liberación. La liberación se siente muy poderosa en la exhalación.

En el tercer ciclo, afirma mentalmente: Te amo. La afirmación “te amo” produce unidad. La unidad hace del ciclo un todo.

Siente cómo cada afirmación afecta tanto a tu gota, como a la gota que bajó desde tu cabeza. Repite, lenta y pausadamente estas series de ciclos, hasta que, sin llevar la cuenta, se fusionen. Finalmente cada ciclo incluirá las tres afirmaciones.

Al inhalar es “Gracias” y sientes aceptación. Al exhalar es “Lo siento” y sientes liberación. Y el ciclo entero es “Te amo” que produce unidad. Continua este proceso hasta que sientas que ha sido suficiente.

Desconectarse

Muy lentamente, deja que las gotas vuelvan a su lugar. Siente cómo adquirieron consciencia de lo bello que vivieron. Siente cómo adquirieron consciencia de que pueden vivir siempre así. Vuelve a conectarte con tu Fuente.

Agradece por el privilegio. Agradece por la guía. Agradece por la protección. Agradece por la experiencia. Muy lentamente abres los ojos. Sin apresurarte, te reincorporas y vuelves a tu rutina, sabiendo que algo ha cambiado en ti. Namasté

Fuente: Universo Espiritual